viernes, 11 de octubre de 2013
No hay un mejor camino
Por planes de Dios, a través del tiempo he sufrido diferentes cambios en mi vida. He tenido que vivir en diferentes ciudades. He conocido a muchas personas. He hecho amigos de todo tipo. He tenido roce con todos los grupos sociales, y también sus clases. He tenido momentos de abundancia, así como momentos de escasez. Sin revelar mi edad, he vivido mucho para la que tengo. Y, a raíz de eso, por mucho tiempo me hacía una pregunta, del cual salió un escrito que publiqué hace un tiempo, titulado "¿Cuál será mi mejor vida", el cual seguro habrás leído, si me lees de hace varias semanas, y entenderás mejor a qué me refiero.
Así como he vivido en diferentes lugares, y conocido diferentes amistades, he tenido la oportunidad de volver a visitar esos sitios y esas personas que forman parte de mi vida, sobre todo de mi pasado. Me di cuenta de que mi vida realmente hubiese sido muy diferente de haberme quedado en alguno de esos sitios, con algunas de esas personas. Sin embargo, me di cuenta de algo: ninguno de esos sitios me hubiese brindado una mejor vida.
No es que la ciudad donde vivo o las personas que me rodean actualmente son mejores que aquellas que están en mi pasado, sino que entendí que, sin importar en donde esté, sin importar con quién esté, la calidad de mi vida, la felicidad que pueda tener, o el éxito que pueda alcanzar, no depende del lugar en donde esté, ni de las personas con las que salga; simplemente depende de Dios, y de mis ganas de que esta sea la mejor vida.
Tratando de hacer una proyección de cómo hubiese sido mi vida, en el caso de haberme quedado en cada uno de esos sitios donde viví durante un tiempo, me di cuenta de que todo tenía sus beneficios, pero también sus desventajas. De cada ciudad, de cada lugar, o de cada grupo de amigos podía sacar algo bueno, algo que me hiciera falta actualmente, algo que tal vez mejoraría mi vida; pero no hacía falta pensar mucho para también conseguir grandes desventajas de aquella vida, y peor aún, todas esas cosas que extrañaría de mi vida actualmente. Entonces me di cuenta: en todos los lugares que viví, con todos los amigos que conocí, con todas las parejas que tuve, siempre he sido feliz. Siempre he tenido buenas amistades, siempre he tenido buenas experiencias.
No depende de lo que me rodea si seré feliz o no. Donde quiera que esté, nunca será muy lejos de Dios, y junto a Él, con las ganas de progresar en la vida, las ganas de vivir al máximo, las ganas de ser feliz; el futuro lo tengo asegurado.
Lírica Anon.
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