viernes, 26 de julio de 2013

Te regalo lo importante.


Quiero regalarte algo valioso. Quiero demostrarte lo encantado que estoy contigo, quiero que entiendas que estoy agradecido de todo el tiempo que has invertido en mi, siendo yo tan imperfecto y lleno de defectos. Nadie tuvo la paciencia para amarme como lo has hecho tú. Nunca antes me había sentido tan importante para alguien. Estoy enamorado, y quiero demostrártelo.

Te regalaría la luna, pero, ¿para qué la quieres? Prefiero que siga estando allí, en el cielo, a nuestro servicio, alumbrando nuestros besos en la noche, y poder seguir admirando tu belleza cuando el sol se haya escondido. A cambio te regalo mi amor, para que entiendas que para una persona, eres más que la luna, eres su mundo entero, eres lo más importante que existe.

Te regalaría las estrellas, pero, ¿para qué las quieres? Prefiero que sigan allí, en el cielo, porque no imagino algo más hermoso que admirarlas, abrazados, comparando tu hermosura con algunas de ellas. A cambio te regalo mi tiempo, para que dispongas de él como prefieras, para que entiendas que hay alguien, que lo único que quiere, es gastar su tiempo a tu lado, tan solo a tu lado.

Te regalaría el cielo, pero, ¿para qué lo quieres? El cielo no nos hace falta, pues desde la tierra, estando contigo, siento que vuelo lejos de todo, a un lugar donde solo tú y yo existimos. A cambio te regalo mis besos, para que te llenes de ellos y entiendas que eres el deseo de alguien, que sueña con besarte y abrazarte todos los días, que entre todas las personas, la única que quiere, eres tú.

Te regalaría oro y diamantes, pero, ¿para qué los quieres? Así como estás eres hermosa, no necesitas de esas cosas para lucir más preciosa. A cambio te regalo mi sinceridad, para nunca hacerte daño, para que entiendas que si te regalo un diamante, o una simple rosa, lo hago para recordarte que te amo de verdad, sin intenciones ocultas, sin infidelidades, sin mentiras, sin engaños.

Te regalaría tantas cosas, pero, ¿para qué las necesitas? si lo único que yo necesito es que tú existas, y que existas a mi lado, para yo sentir que  existo.

Lírica Anon.

lunes, 22 de julio de 2013

Mi primera y única advertencia.

Este escrito estaba programado para publicarse el Viernes 20. No sé por qué no se publicó. Aquí se los dejo y este Viernes un nuevo escrito.


Hola niña. Espero que todo esté bien. 
Sentí la necesidad de hacerte esta carta. Veo que estás interesada en ser parte de mi vida. Ya tus ojos no me miran como un amigo más, ¿verdad? Te confieso que me agrada. Por si no lo has notado, tú también me estás agradando más que las demás.

Antes de que intentemos algo, creo que es prudente confesarte que mis experiencias pasadas no han sido las mejores. No soy un experto en esto del amor. Ya no recuerdo cuantas veces me he equivocado, cuantas veces me han fallado, o cuantas veces le he fallado a alguien.

Dicen que nadie es perfecto. Espero que sea cierto, sería un alivio, porque debo ser de los más imperfectos. Si tu intención es conocerme mejor, pues empecemos, pero déjame anticiparte algunas cosas. No quiero que mañana estés sorprendida. Es mejor prevenir que lamentar, ¿cierto?

Te cuento que soy inmaduro. A veces creo que soy el mejor de todos, siento como si me las sé todas. Muchas veces creo que solamente yo tengo la razón. Más de una vez he ignorado un buen consejo y he visto las consecuencias, y aún así a veces no aprendo. Más de una vez he tropezado con la misma piedra.

Quiero que sepas que nunca le caí bien a mis suegros. No sé por qué. Supongo que no soy el muchacho de todos quieren para sus hijas. Alguna que otra madre habrá visto llorar a su hija por mi causa. Jaja no, no me llevo bien con los padres.

Si yo fuese tu mejor amigo, te diría que no te fijes en mi. Nuestra historia podría ser tan hermosa como desastrosa. He intentado mejorar, madurar, ser diferente, sin embargo, esos intentos han sido en vano.
Antes de que me vuelva posesivo y quiera amarrarte a mí, quiero que entiendas que conocerme quizá no sea la mejor decisión. Todos mis amores han fracasado. No todos por mi culpa, pero algo de culpa habré tenido en ello.

A pesar de todo lo que te he dicho, mi disposición a cambiar está. Quiero ser diferente, sé que un día seré feliz con una persona. Alguien llegará a mi vida y me hará mejor persona. Creo en esas historias de amor que cambian nuestra vida.

Si decides conocerme mejor, te prometo que trataré de hacer las cosas bien; pero si vuelvo a fallar, por favor, recuerda que un día te lo advertí.

Lírica Anon.

viernes, 12 de julio de 2013

Mucho gusto princesa.


Oye, sí que disimulas.
Me miras y no haces bulla.
¿A qué juegas princesa?
Ya se dieron cuenta
de que te sientes atraída.
Te ves toda distraída
cuando paso por el frente,
deseando que voltee a verte,
para hacerte la desentendida.
Lanzas una mirada perdida,
como si fue casualidad
que nuestros ojos se cruzaron.

Tranquila, no estás sola.
Sí, sí es lo que piensas.
No sé a que se debe esto,
pero dentro de mí siento
la necesidad de voltear a mirarte.
Muchas veces quise pararte,
preguntar tu nombre,
preguntar si ya hay otro hombre,
que dibuje una sonrisa
en esos labios que hasta la brisa
se detiene para verlos.

Espero no sonar desesperado.
Seamos francos, tú tambien habías soñado
que este día pasaría.
Se nota que te pierdes en mis ojos,
que te dan unos antojos
de comerme las mejillas,
conocer que hay detrás de esta cara,
que sin pena ni nada,
te clava la mirada,
desde una esquina,
siempre al mediodía,
cuando las clases terminan.

No sé tú, pero esto para mí es nuevo.
Que me guste tanto alguien
que realmente desconozco.
Suena medio loco,
pero hay que ser sinceros.
Desde un tiempo para acá,
solo me imagino este momento.
Estar frente a frente,
tratar de leer tu mente,
para saber si estás nerviosa,
saber si sientes esta cosa,
que me llena de alegría,
sin razón, por tonterías,
por pensar que quizá tú seas la indicada,
que viene a cambiar mi rutina,
a mejorar mi vida,
a construir una historia de amor,
de esas que desde pequeño
me jurarían que existía.

Mucho gusto señorita,
espero haber causado buena impresión,
puesto que mi corazón,
se aceleró por un instante.
Al besarte la mejillla,
sentí como todo se movía.
Parecía cámara lenta.
Dejé de escuchar el sonido de los carros,
mis oídos se enfocaron en tus palabras.
Mis ojos, como siempre,
a tus labios acosaban.
Mi olfato enamorado,
de esa fragancia que destilabas.
Mis manos me sudaban,
torpes que no me ayudaban,
a transmitir confianza,
para actuar con valentía,
y es que entre tanta prisa,
traté de cautivarte.

Si no fue así,
espero y puedas perdonarme.
Sé que puedo demostrarte
que soy de los buenos.
Puedo estar lleno
de inmensos defectos,
pero sí que soy sincero
y sé que eso debe agradarte.
Juro esforzarme
por merecer tu cariño.
Te demostraré que no soy un niño,
y sabré enamorarte.
Nada de palabras vacías,
verás acciones día tras día. 

Soy de los que cumplo mis promesas,
así que mejor dame el chance
de envolverte la vida,
porque de mi no habrá salida,
hasta que me hayas demostrado,
que realmente me conoces.
Estoy seguro que para ese entonces,
ya estarás enamorada,
de este chico que con esta carta,
solo quiere dar la cara y advertirte:
prepárate niña,
que voy directo a seducirte.


Lírica Anon.

lunes, 8 de julio de 2013

Disfruta de los pequeños momentos.


Les comparto una reflexión de mi amigo Jesús Raglup: 

¿Y si te pones a pensar un día, solo, un momento?  donde estés solamente tú con tus ideas y tus pensamientos. ¿Alguna vez lo has hecho? ¿Por qué no hacerlo? Un momento en el que  te detengas a pensar quién eres y qué quieres en esta vida. Pasan los días, las semanas, luego los meses y así, vamos  por la vida sin permitirnos detenernos y ver en dónde estamos. Qué bien se siente la soledad cuando se está bien acompañado, esa gran compañía que eres tú mismo. A veces no sabemos detenernos y apreciar lo hermoso de la vida, esos pequeños momentos y detalles que se vuelven tan grandes en nuestras vidas e inolvidables. Disfrutar de eso, de eso se trata la vida. ¿Por qué nos preocupamos por cosas que tienen solución?, pues somos humanos y es inevitable no sentir esas preocupaciones, pero al final de todo, las preocupaciones tienen soluciones; sin embargo, la vida no se detiene para solucionarlos, la vida sigue con ellos o sin ellos, y es cuando me pregunto: ¿por qué no sonreírle a la vida?

Disfruta ese pequeño momento en el que te sentaste con una buena compañía a comer algo y conversar. Son momentos tan cortos y tan pequeños, pero que pueden quedar tan marcados en nuestras vidas, los cuales siempre podremos recordar; y en un futuro, cuando tengas que mirar hacia atrás, solo será para recordar esos lindos momentos que te llenan como persona.

Vivimos cuando sentimos. Nuestros sentimientos son impredecibles, pero no hay de qué preocuparse. Si sientes, estás vivo, y el estar vivo es una razón para agradecer que tienes la posibilidad de tener esos sentimientos. Vivir en la tristeza, vivir en la angustia, vivir en los momentos felices, vivir en los momentos difíciles.

No te preocupes cuando cosas malas llegan a tu vida y quizás puedan herirte;  estás sintiendo, estás vivo; un gran motivo para levantarte y verle el lado positivo a las cosas. Cuando llega una persona a tu vida que creíste que te ayudaba y que te hacía muy feliz, pero resultas ser engañado, no te preocupes, no todas las personas son iguales. Nunca juzgues a las demás personas por algo que te hicieron en el pasado; somos diferentes.  Sí existen personas con bonitos sentimientos, que quieren verte feliz y hacerte sonreír. No decaigas, no mires el pasado con malos ojos, pues esto sólo te traerá rencor. Vive el momento, perdona, ama y continúa sonriendo, pues alguien está mirando esa bonita sonrisa, alguien que con solamente verla, es capaz de devolverte una.

Jesús Raglup

viernes, 5 de julio de 2013

Seamos más agradecidos.


Muchas veces nos quejamos tanto. No nos detenemos a pensar lo bendecidos que somos. Si pensáramos en lo mal que viven diferentes personas en este mundo no tendríamos chance de quejarnos. Muchas veces tenemos nuestras necesidades básicas cubiertas. Un hogar, agua potable, alimento, familia, amistades; pero como siempre, miramos lo que nos falta, en vez de mirar lo que tenemos.

¿Te has puesto en el lugar de esas familias que mendigan por un poco de alimento, cada día de su vida? Sus vidas se resumen en eso: mendigar. ¿Tú crees que ellos tienen el chance, como tú, de navegar en la web, de buscar entretenimiento para salir de la "aburrida rutina"? Muchos de ellos no sabrán ni leer, mucho menos escribir. Sus vidas son tan diferentes a las nuestras. Estoy seguro que ellos desearían ser como nosotros, no se quejarían por lo que nos quejamos.

Muchas veces le damos valor a lo que menos vale, y le restamos valor a lo que más importa. Muchas veces nuestra familia está sana, compartimos con nuestros amigos, con nuestros primos, tíos, padres, abuelos; pero estamos sufriendo por no tener los objetos materiales que otros tienen. A veces hasta caemos en envidia, por lo que tienen los demás, sin pensar que quizá esas personas no tienen a familiares tan buenos como los nuestros. Más de una vez habré envidiado un objeto de algún amigo, en vez de agradecerle a Dios porque me bendijo con una familia que, para mis gustos, está mejor que la suya.

La verdad es que en esta vida poco importa lo material. Está bien querer tener más, y querer brindarles a los nuestros lo mejor posible, porque se lo merecen, pero a veces nos aferramos tanto a lo que no tenemos, que el mismo afán no nos permite disfrutar de lo que sí tenemos, de las cosas que Dios nos ha dado.

Tenemos que disfrutar más a nuestros allegados, nuestra familia, nuestros amigos. La vida pasa. El tiempo que hayas tardado leyendo esto no lo recuperarás nunca. Él no se detiene, y podemos estar desperdiciando nuestra vida, nuestra juventud, nuestros mejores días, enfocados en cosas que no valen tanto como lo que tenemos. No hay que desperdiciar el tiempo. Tenemos que crear buenos recuerdos, amar a los nuestros, disfrutar de los que están presentes y divertirnos. Ya habrá tiempo para descansar y recordar, pero hay que aprovechar las energías que tenemos.

La vida es lo que decidamos hacer con ella. No estemos tristes por lo que no tenemos o por lo que nos falta, seamos agradecidos por lo que tenemos y por lo que hemos logrado. La vida es corta, pero si la administramos bien, tendremos tiempo para todo. Aprovecha el presente, recuerda que mañana ya será el pasado.

Lírica Anon.