viernes, 31 de enero de 2014

Esta vez valdrá la pena.

Deja la timidez, deja de esconderte.
Déjame quererte. Déjame tenerte.
¿Por qué la desconfianza?
Casi matas la esperanza.
Estoy detrás de ti.
Tú te ríes de mí.
Crees saberlo todo,
por eso actúas de este modo.

Lo cierto es que no sabes nada.
El amor es un cuento de hadas.
Siempre es un miesterio,
no se rige por criterios.
Olvida tus experiencias,
deja ya las asperezas.
Para y mírame a los ojos.
¿Te has sentido antes de este modo?

Deja que las cosas fluyan.
Deja que los demás lo intuyan.
Pensemos solo en nosotros.
Armemos nuestros corazones rotos.
Secaré tus lágrimas cada día.
Llenaré tu vida de alegría.
Vuelve a confiar una vez más.
Esta vez el amor será verdad.

Aprendimos de los malos,
por sus decepciones y maltratos.
Le hemos visto la cara a la mentira.
Sabemos cómo duele una partida.
La vida nos ha estado preparando.
Te veo y sé que algo bueno está llegando.
Tú y yo somos diferentes.
Este sentimiento no nos miente.

Lírica Anon.

viernes, 24 de enero de 2014

Tres amigas, tres historias, tres lecciones.

  Aprovecharé esta semana de contarles una experiencia que viví hace poco. Mejor dicho, una experiencia que aún estoy viviendo.
Nunca he sido una persona de confiar en los demás, pero me he dado cuenta de que es casi inevitable. Cuando alguien logra marearte con astucia, resulta imposible negar un voto de confianza. Ciertamente nunca había tenido motivos claros por el cuál desconfiar de los demás, pero eso cambió desde hace unas pocas semanas.

  Les contaré mi historia con tres amigas diferentes, sobre todo con la tercera. Tres personas que han influido en mi vida de tres maneras totalmente diferente, y que me han enseñado distintas cosas. Simplemente las describiré un poco y les contaré mi relación con ellas. Quizá se identifiquen, o tal vez aprendan algo.

  Como dije, ellas son tres. No diré sus nombres, pero hoy las llamaré: Fanny, Aba y Danesa.

  Fanny es, simplemente, la amiga que seguramente encontraré en mi futuro. Fanny es mi amiga desde la infancia. Ella sabe más de mí que cualquier otra persona. Nuestra amistad ha sufrido todo tipo de percances y etapas, y, de una manera sorprendente, nunca llegamos a separarnos. Es de esas personas que te hacen creer en la amistad y te obligan a confiar en ella. Siempre ha cuidado mis secretos, siempre ha buscado defenderme del resto. Fanny piensa como yo en casi todos los aspectos. Me ha ayudado a sobrellevar todo tipo de problemas y situaciones. Hemos crecido y madurado juntos. Se sabe de memoria mis defectos, así como me sé todos los de ella. Si me viese obligado a elegir a alguien, no cabe la menor duda de que sería a Fanny. Sé bien que contaré con ella toda la vida. De Fanny he aprendido que la amistad existe.

  Aba no es igual. A diferencia de Fanny, Aba poco sabe de mis sentimientos, mis problemas o mis angustias. Nuestra amistad no es de prestar oídos o consejos. A Aba la conozco mucho menos tiempo que a Fanny, pero sí más tiempo que a Danesa. Mi amistad con Aba es de compañeros y colegas. Aba me ha ayudado más que nadie a progresar en mis proyectos. Aba nunca se olvida de mí y siempre me recuerda al presentarse nuevas oportunidades. Ha tolerado faltas mías sin necesidad de hacerlo. Me ha incluido en sus planes sin pedírselo, y lo que más me sorprende es el cariño que Aba me tiene. Ella realmente te vende una amistad genuina, casi perfecta. Nunca he peleado con Aba, siempre estamos de acuerdo. En Aba descanso confiadamente. Acepto sus decisiones y simplemente sigo sus propuestas. Desde que estoy con Aba, mi vida es más sencilla. De Aba he aprendido lo que es ayudar y apoyar a tus seres queridos.

  Por último está Danesa. Si les soy sincero, desearía nunca haberla conocido. Danesa se presentó a sí misma como la combinación entre Fanny y Aba. Alguien que pretendió ayudarme con mis proyectos, quiso aligerar mis cargas, y que, a su vez, ofreció su hombro y sus oídos. Qué error fue haber aceptado esa propuesta. Ella casi hace que me olvidara de Fanny y Aba. Gracias a Dios nunca llegué a hacerlo.
Danesa aprovechó una época donde me alejé de Fanny y logró ocupar su lugar en casi todos los aspectos, en cuanto a amistad se refiere. La rapidez con la cual nuestra supuesta amistad creció fue abrumadora. En muy poco tiempo pensé haber encontrado a una excelente persona. Siendo yo alguien que vive desconfiando, no sé por qué con ella no lo hice.

Con el tiempo, Danesa me rodeó totalmente. Se hizo amiga de mis amigos, se involucró en mis proyectos, conoció familiares míos y visitó mis lugares preferidos. Le conté algunas de mis frustraciones, así como mis sueños. Hubo un momento donde Danesa estaba en todo. Pero, si bien nuestra amistad creció como la espuma, terminó en mucho menos tiempo que eso. En dos o tres días, una cadena de sucesos me demostraron con qué clase de persona estaba compartiendo mi vida. A raíz de esos acontecimientos, por culpa de Danny casi llego a separarme totalmente de Fanny. Poco después de esto fue que llegué a enterarme realmente todo.

Durante mucho tiempo, Danesa me mintió, me ocultó aspectos claves de su vida, y, lo peor de todo, comentó y regó hechos de mi vida que nadie más conocía, ni tenían por qué hacerlo. Danesa reveló a mis amigos detalles personales que Fanny por muchos años nunca llegó a revelar. Esto fue de las cosas que mas me sorprendieron, ya que, si bien vivimos momentos que no eran ejemplares de una buena amistad, inclusive siendo ella quien fallaba, nunca a nadie le llegué a contar tales cosas. Pude haber pensado mal de Danesa muchas veces, pero nunca nadie se enteró de eso. Si alguien me preguntaba por ella, siempre resaltaban sus virtudes, nunca sus defectos. Al parecer Danesa no lo hizo así. Ella le habló mal de mí a más de uno, incluyendo a Aba. Por su culpa, la percepción que muchas personas tenían de mí ha cambiado. Doy por hecho que, todo lo que alguna vez le conté, o viví con ella, ha sido tema de conversación entre mis amigos, quienes, irónicamente, ahora son los amigos de ella. Me tiene perplejo la facilidad desmedida con la que llegó a exponerme ante las personas durante tanto tiempo, mientras la consideraba alguien de fiar.

¿Cuál era el sentido?, ¿qué se supone que ganó con eso? Prefiero creer que fue simple inmadurez y no el pobre intento de ganar la amistad de las personas, al perjudicar la mía con ellas.

Al final, las personas que más me importan no se vieron afectadas, o por lo menos no después de contar mi versión de los hechos, obligado por las acusaciones tan descabelladas en mi contra; aunque a pesar de lo que crea, nunca sabré ciertamente el alcance del daño que Danesa ha podido ocasionar.

Lo que sí sé es que nunca antes me había sentido tan vulnerable. Nunca me habían visto la cara de tonto de esa manera. Nunca nadie le había hablado tanta basura de mí a las pocas personas que me importan. Nunca nadie había sido tan descarada. Nunca nadie me había enseñado tanto con su mal ejemplo. Realmente haberle tenido un dedo de confianza ha sido una de las peores decisiones de mi vida. De Danesa aprendí que realmente no hay que confiar en nadie. Y es que hasta el anonimato de este escrito es casi ficticio. Todo por culpa de ella.

Lírica Anon.

viernes, 17 de enero de 2014

Intentando una vez más



  Creer en el amor es inevitable. Querer ser amado mucho más. No importa cuántas decepciones he pasado, nunca aprenderé a desconfiar de todos. A veces pienso que tal cosa no es necesaria, pero eso es en los días donde la soledad se asoma más de lo común, tratando de ser protagonista. Pero no pasa nada. Basta con recordar algunas experiencias para recordar que confiar en alguien es una apuesta de mucho valor, donde uno casi siempre termina perdiéndolo todo.

  Sin embargo aquí estoy. Mejor dicho, ahí está ella. Una chica que, sin darse cuenta, ha cambiado mi percepción ante muchos aspectos de la vida.
Cualquiera que tuviese esta suerte mía de poder conocerla, poder hablarle todos los días... en fin, esta suerte de gustarle a ella, creería en el amor y sus marivillas. No digo que es perfecta porque iría en contra de todo lo que he aprendido en mi vida, pero ella,  sea lo que sea, es diferente a cualquier chica que haya conocido hasta ahora.

  Por ella me encuentro en esta incertidumbre. ¿Será que me arriesgo a darlo todo? Digo, ¿Valdrá la pena poner a un lado mis malas experiencias, mis decepciones, mis teorías de fracaso, mi miedo al compromiso, por ella? Pienso en todo lo que podría salir mal y me detengo. Pienso en todo lo que podría perder si no lo intento y me da miedo.

  Ella parece ser todo lo que había pedido, pero algo parecido aconteció en el pasado y no terminó del todo bien. De verdad no sé qué hacer. Si me dieran la opción de regresar el tiempo en el caso de que todo salga mal lo intentaría sin pensarlo. Si me dieran garantía de que esto no terminará en una decepción para ambas partes, sé que lo haría. Si tan solo pudiera ver el futuro. Ojalá existiera un seguro para los sentimientos, así saldría a esta aventura sin temor a hacerme daño.

  Oigo las historias de amor y quiero una como esas. Escucho el despecho eterno de mucha gente, y lo pienso dos veces.  Ciertamente el amor no es un juego, y si lo fuese, sería uno de apuestas, donde solo se acepta arriesgarlo todo o nada.

  Hoy apuesto todo. Apuesto por el amor, apuesto por confiar de nuevo. Una vez más haré el intento de encontrar ese amor del  que todos hablan. Creo que  esta es la chica que he estado esperando. Que las cosas salgan como tengan que salir. Daré lo mejor de mí como si fuese mi último oportunidad. Creeré en ella como si fuese la primera vez que lo hago.

  Que mi pasado me perdone, ya no puedo serle fiel a mis convicciones. Por culpa de ella ahora creo en las novelas y los cuentos. Ella es mejor que las protagonistas que he leído en esas historias de amor. Y nunca he querido ser como los protagonistas, pero hoy me parece que seré feliz como ellos.

Lírica Anon.

viernes, 10 de enero de 2014

Despedida sin resentimiento


  Ya escuché tus razones, a pesar de nunca haberlas pedido. La verdad es que poco influyen en lo que nos está sucediendo. Poco a poco has dejado de sentir lo que sentías antes. Punto. ¿Para qué razones?, ¿para qué pierdes tu tiempo? No hay nada que excusar, no hay nada que arreglar. ¿Acaso has dañado algo?, ¿acaso hiciste algo mal? Por qué te esfuerzas en explicar algo que está tan claro. ¿A quién quieres calmar con tus motivos?, ¿es a mí, o lo haces por ti misma?
                       
  Tranquila, jamás he hablado de rencores. No me pidas perdón, que ninguna falta has cometido. Si hay algo más absurdo que pedirte que me ames, dime qué será, que no creo que exista. Así que, por favor, no te sientas culpable. En realidad, ¿de quién es la culpa si no completamente mía? No supe amarte como tu corazón quería. Nadie sabe qué quiere en el amor, y yo no te ayudé a averiguarlo. No fue tu culpa, todo fue culpa mía.

  La verdad es que están de más esas teorías del amor para consolarme. De nada sirve creer que existen las almas gemelas, si para mí esa eras tú. Podrás hablarme de medias naranjas, pero para mí eras la fruta que quisieras. Para mí lo eras todo, no importa la teoría que lo explique. Si no me viste de la misma manera, no te compliques. Al amor no se le obliga ni se le contradice. Gracias por ser firme, y detener a tiempo esta mala inversión en nuestras vidas.

  Ya sabrá el tiempo sanar mis heridas. Más habrá durado nuestro intento de amor, de lo que durará mi sufrimiento. No te preocupes por mí. No soy amante del dolor. tenme presente en tus oraciones, así como yo oraré por ti, para que nos vaya bien, y para que pueda encontrar a alguien como tú.

  Esta relación no habrá sido en vano. Sepamos atesorar las buenas experiencias y lecciones. Desechemos lo que no sirve. Gracias a esto tenemos un modelo que nos servirá para el futuro: yo quiero a una mujer como tú, y tú a un hombre que no sea como yo.

 Tomaré las medidas que hagan falta para ser un mejor hombre, para que esto no me suceda nuevamente. No te ocupes en ayudarme. Sé feliz como siempre quise. Recuérdame con cariño, y búscame cuando me necesites. Nunca le negaré la mano, a quien una vez le ofrecí toda mi vida.

Lírica Anon.

viernes, 3 de enero de 2014

La vida no es lo que parece


  Me he dado cuenta de que la vida no es lo que parece. Desde pequeños nos han enseñado, o hemos dado por supuesto, muchas cosas que difieren de la realidad. 

  La vida se ha encargado de demostrarme  que no todo es como creemos, que no todos nos dan un buen consejo, porque las experiencias no se repiten en cada persona.

  He aprendido que tu mejor amigo puede convertirse en un extraño. Que un extraño puede convertirse en un hermano.

  He visto que a veces lo que tiene valor es lo que menos dura, y que aquello que queremos tener para siempre, a veces no vale nada.

  Entendí que es necesario perdonar, pero que eso no significa aceptar defectos. Se puede dejar ir el odio y el rencor, pero también vale querer alejarte de las malas influencias.

  También sé que hay que pedir perdón, sin tener que volver a lo mismo. No hay por qué quedar con malas relaciones, ni hay necesidad de obligarse a que exista una.

  Me di cuenta de que podemos aprender de los buenos ejemplos, pero que más se aprende de los malos. Podemos querer ser como muchas personas, y a la vez podemos evitar cometer los errores de otras.

  La felicidad nos la pintaron como un trofeo que debemos alcanzar. Algo que viene después de cumplir nuestras metas, terminar nuestra carrera, o lograr nuestros sueños. Hoy día entiendo que podemos ser feliz desde pequeño, que la felicidad no es un lugar, que la felicidad viene en etapas. Se trata de disfrutar lo que se tiene, de vivir agradecido y viviendo las etapas a su tiempo.

  He aprendido que la buena vida no son objetos, sino momentos. Momentos que podemos esperar, pero mejor es hacer que sucedan.

  Sé que hemos malinterpretado ser agradecidos con ser conformes. La vida nos repartió cartas al azar a todos, pero somos nosotros quienes tenemos el talento de jugarlas adecuadamente. No hay que conformarse, hay que soñar en grande.

  Todo sería más fácil si nos enseñaran que no todo es lo que parece, y que lo mejor de la vida se resume en tener amor, fe, paciencia y constancia.

Lírica Anon.